Aunque la aparición de la primera moto estaba anunciada para poco después del mediodía, la avenida Papa Francisco - donde suele apostarse la mayoría de la gente para saludar el paso de las máquinas- estuvo escasamente poblada hasta bien entrada la tarde, por causa del calor.
Por ende, el acompañamiento fue menor que otros años, acentuado por la ausencia de competidores tucumanos y del “loco de la Hummer naranja”, Robby Gordon, uno de los favoritos del público.
Recién después de las 18.30, cuando bajó un poco el sol, comenzaron a llegar familias a la feria ubicada fuera del vivac y a las tribunas del hipódromo. Conforme se fue haciendo de noche, la cantidad de público fue en aumento hasta agotar el stock de varios puestos de bebidas.